Si juntas tres columnas de versos, las combinas de acuerdo a la experimentación del momento, te sientas con la cabeza apoyada en los parlantes de tu radio y tienes un cigarro en tu mano, tienes mercurio.
Mercurio
Vasos de porcelana negra
arrojados al rostro de la art star;
el dolor de las hadas
me hace soltarles las manos.
Lo mejor será detenerse y suspirar por ser el único discriminado.
Cuando su madre me hablaba de mar
faltaba la clavícula
en el cuerpo de la ira,
y a veces notaba que los gatos sólo eran relojes.
Mi luz es vapor de humo en retroceso
(fuego a total escándalo)
y ella no es más que un montón de jardines dispersos,
llevaba un triangulo moderno
atravesado en la yugular de su presencia.
En las oscilaciones de su ombligo descalzo
los arpegios estaban sobrepuestos
creando telarañas para dormir,
si pudiera reconocer a la que lleva cirios fúnebres
la vida no aceptaría nuestros himnos