domingo, diciembre 30

Balance General


Se acerca el fin de año y con él todos los balances: económicos, sentimentales, futbolísticos, musicales, políticos, orgásmicos, etc. Cualquier aspecto de nuestra vida estará sujeto a ser observado con lupa. Los más obstinados con esta dinámica harán una lista de sus virtudes y errores, anotarán posibles maneras de mitigar estos últimos. Como en una empresa. Si la vida es como una empresa. Un análisis FODA no vendría mal, con papelitos de colores -llamados posits en la jerga oficinesca- cuadritos esquematizados y escritos con diferentes colores de marcador. Todo didáctico. Todo esquematizado. 

¿Y qué hacer cuándo hay varios posits en la casilla de las Debilidades? ¿Qué hacer cuando se sabe qué a lo largo de todo el año se ha jugado al más descarado auto-sabotaje? El puro placer de verlo destruido todo por mano propia. ¿Eso entra en Fortaleza o en Amenaza? 

Y cómo se empieza un balance sabiéndose de antemano que se tiene saldo negativo. Nadie pide ganancias cuando los bolsillos están rotos. Un mal año. Una mala racha. Los dados estaban cargados y nunca salió el doble seis. La escopeta del tiro al blanco tenía la mira desviada. El árbitro no vio la falta en el área. Era penal. 

Que este fin de año sirva para olvidarlo todo. Nadie comerá uvas a medianoche, sólo apretar los dientes y esperar que el reloj marque las doce. Se ha sobrevivido y eso es lo único que se necesita saber, el cómo y el porqué carece de sentido en ocasiones así.

miércoles, octubre 17

Sobre los sucesos que vendrán

Esto es lo que sucederá en un par de días. Se acabarán los cigarrillos sabor cherry de mi cajetilla de 10 unidades. En mi trabajo me informarán sobre una nueva  reducción salarial; no protestaré por ello, ya que mi desempeño viene siendo cada vez  más nefasto. Los días siguientes me pedirán que deje de usar audífonos porque no prestaré atención a sus charlas motivacionales. Al regresar  a casa me dormiré en el micro y por primera vez en lo que va del año, despertaré en un barrio muy alejado y sin tener idea de a dónde iba o en qué mes estamos. El gato con el que vivo me hablará durante media hora sobre la necesidad de estabilizarme  económica y socialmente. La charla acabará a los golpes y zarpazos; en parte comprenderé su actitud, pues nunca me perdonó el hecho de que lo haya castrado cuando era muy joven. Le diré que puede meterse la estabilización por donde más le plazca. Se irá de la casa arañando los muebles y las paredes, además de llevarse la hierba.  En una de esas tardes conoceré a una mujer casada mientras amarro mis zapatos. Vendrá en las noches a buscarme, mientras su hijo duerme y su esposo lee comics del Capitán América; seremos ingenuamente felices por 4 días, luego enloquecerá de rabia cuando le cuente la historia de la chica de las gafas, sobre todo porque encontrará los lentes en mi mesa. No le prestaré importancia y empezaré a silbar el himno nacional; en vista de ello  arrojará botellas desde el segundo piso a los transeuntes e intentará suicidarse tomándose algunas capsulas e Paracetamol. El Paracetamol no mata ni a una hormiga, pero tendré que llevarla a un hospital; el gato se negará a ayudarme, pondrá Bon Jovi en la radio, subirá todo el  volumen y cerrará la puerta de su cuarto. En el hospital tendré que decir que se trata de mi prima histérica para que el esposo que lee al Capitán América no sospeche. Nunca sospechará nada. Tendré que tener las luces apagadas por una semana consecutiva, pues ella vendrá a golpear mi puerta. El gato no podrá contener la risa y vomitará de pura felicidad. Dos días después me encontraré con la chica de las gafas, hablaremos sobre historias viejas y el calor infernal del verano. A los cinco minutos desearemos no habernos encontrado y nos despediremos con un apresurado "te llamo para hacer algo". En la noche decidiré ir al stadium a ver Boca-River o su equivalente en este país;  pediré prestado dinero al gato que se comprará un PlayStation 3 y el equipo completo para ser un guitar-cat hero  gracias a su oficio de dealer y al de chulo que tantas alegrías le ha traído. Al subir a las graderías toda la adrenalina se desatará.

miércoles, octubre 10

Tame Impala - Lonerism


Tras el  auspicioso  debut con Innerspeaker, los Tame Impala fueron objeto de elogiosos comentarios, además de  participar en la versión norteamericana del Lollapaloza y realizar una gira que los trajo por  Sudamérica -Argentina, Chile y Brasil concretamente-;  es decir, conseguir la aclamación mundial gracias a ese sonido psicodélico y de riffs que traen reminiscencias de los 70’s o de alguna época mejor. Nada mal para un  disco debut.
Los inconvenientes surgen con lo que vendrá después, el disco sucesor muchas veces no está a la altura de las altas expectativas que dejó el primero. Quizás esta sea una de las razones para que Lonerism inicie con  una voz cansada repitiéndose a sí misma: “tengo que estar por encima, tengo que estar por encima”, la batería pasada a través de ecos, también  se une a esa especie de mantra contra la  fama instantánea (¿?),  mientras el vocalista Kevin Parker parece poner orden a la situación con ese tono relajado ya característico, como quien surfea en el mar disfrutando de una tarde con olas cada vez más crecientes.

En “Endors Toi” las guitarras se vuelven demenciales, con ese sonido pastoso que  explota a media canción  convirtiéndose en un solo deforme, como una pesadilla en Pepperland, ese mundo que The Beatles supo construir alguna vez. En muchas de las canciones de este disco, los teclados reverberantes tienen un papel predominante a la hora de crear  texturas atmosféricas, como es el caso de “Apocalypse Dreams”: donde la  batería y  piano se ponen frenéticos “Todo está cambiando y no hay nada que pueda hacer. Mi amor está dando vuelta las páginas mientras estoy sentado aquí”.

Es en estas tres canciones poderosas donde descansa la razón de que Lonerism sea la mejor forma de continuar el camino trazado por el primer álbum, esto también debido a que este segundo trabajo haya empezado a ser considerado a las pocas semanas de haber terminado el primer disco con el objetivo de no perder el sonido y la química lograda.

Otro de los puntos altos del disco es “Feel like we only go backwards” o el equivalente a prender una fogata en la playa desierta; el sentimiento de aislamiento ronda las letras de este disco, incluso en la tapa del mismo: el observador que está detrás de una reja que lo separa de la sociedad. “Soledad no deliberada” aclararía Parker al ser consultado por este aspecto. “Elephant”, la canción más  rocker del disco, con sus guitarras ásperas y el bajo bien al frente con su ritmo marchante, sirve de contraste a  la armonía reinante en Lonerism, el disco de la banda que se ha empezado a devorar el mundo desde hace ya un buen rato.


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lunes, septiembre 3

Sobre los sucesos del anterior martes


El deseo de olvidar. Mis audífonos se averiaron, sólo uno de ellos funcionaba. No quise saber más. Bebí, fumé, miré a todos lados y hablé con cualquiera que estuviera a mí alrededor. Me encontré comiendo hamburguesas dentro de un cajero automático a las cuatro de la madrugada. Luego veo que no tengo tarjeta de crédito y que además odio a ese banco, a todos los bancos. Desperté y casi no podía ver, creyeron que estaba ciego y que lo mejor para mí sería atender una biblioteca; cuando lo que tenía era astigmatismo. Alguien con lentes rechaza mis cigarrillos, pero me lleva a su casa y me dice que duerma un poco. No puedo. Bebo todo el vino que había allí, ese alguien con lentes entonces enciende una grabadora y hace demasiadas preguntas, aunque de vez en cuando también responde algunas de mis inquietudes. Hay registros de audio donde hablo de sexo y de abejas. Mi gato ha desaparecido dos noches seguidas, dicen que está trabajando en un restaurante de pollos a la leña, ya que no tenemos dinero para el alquiler. Ese alguien con lentes llega ahora a mi casa, vuelve a rechazar mis cigarrillos, me reclama por lo sucedido la otra noche; dice que no tenía derecho a tratarla de esa forma, que me tomo demasiadas atribuciones con ella, al final concluye que no hay problemas entre nosotros dos y que deberíamos manejar bicicleta los fines de semana. Vuelvo a trabajar en la biblioteca, esta vez puedo ver a todos los libros en sus estantes, me interesan dos en particular; pero el jefe revisa mi bolso al salir y me es imposible quedarme con ellos. Aprovecho los breves recesos para leerlos o arranco algunas hojas para llevármelas a casa. Una amiga no-lejana me dice que a cierta hora y cierto día pasa un bus con destino al cero absoluto, una oportunidad de borrar los errores pasados. Me pide que le invite mis cigarros si quiero saber más detalles. Obviamente le digo que no, he decidido no compartir nada porque es primavera y creo que todos seremos felices con o sin nicotina en nuestros pulmones. La amiga no-lejana me grita que conoció a un guitarrista que puede decirle exactamente lo que ella necesita oír y que ellos dos abordarán el bus y que nunca más sabré de ellos, o de ella en particular. Conseguí un trabajo donde el requisito indispensable era tener insomnio, esto me permite comprar las revistas que el gato me venía pidiendo desde hace mucho, además de la hierba de la cual se ha hecho adicto. La vida es buena. Una muchacha decide vivir con nosotros, conoce de matemáticas y nos enseña el universo de los números complejos, esto es: un numero natural más un número imaginario. Dibujamos las paredes con las ecuaciones, el gato se pone un mandil que alguna vez fue blanco y se va a trabajar al restaurante. La chica de los números complejos dice que odia el olor a cigarrillo, por lo tanto debo fumar en la ventana mientras leo las hojas que arranqué en la tarde. Los números complejos están por todas partes, el gato ha traído tequilas para celebrar nuestra suerte, pero la fiesta adquiere un tono dramático, rayando en lo patético, me acuerdo repitiendo la frase: "no lo voy a superar, no lo voy a superar". Tengo un sueño donde me encuentro a los muertos que quise y estos se ríen de mí, porque me explican que sólo se fueron de viaje por un tiempo y que ahora volvieron para quedarse conmigo. Despierto en un bus vacío, debe ser ese que va hacia el cero absoluto. Después de todo, no necesité regalar mis cigarrillos para abordarlo.

domingo, septiembre 2

Bus



Existe un bus que no tiene paradas  ni rutas pre-establecidas; generalmente hace su recorrido en las noches, aunque esto no es una regla como tal, sino que radica en ese afán de dar mayor dramatismo a los pasajeros que esperan ansiosamente por él.
Para abordarlo se debe cumplir con los siguientes requisitos:

-Ser joven o por lo menos haber esquivado con algo de suerte: trabajos de oficina, reuniones sociales, matrimonio e hijos. 
-Haberse entregado en reiteradas ocasiones  al más descarado ocio: dejar que la vida resbale por las horas, minuto a minuto sin tener la voluntad  de hacer algo
-Tener  ex amigos del colegio o de la facultad que actualmente tengan vidas prósperas
-Haber formado parte de un triángulo amoroso no correspondido
-Volverse paranoico con la idea de estar siendo observado o perseguido por alguien
-Haber mandado a la mierda a todos
-Haber sido mandado a la mierda por todos
-Tener una canción para cada estado de ánimo
-Proferir insultos cada 5 minutos con lo primero que encuentre a la vista
-No tener la capacidad de hacer planes futuros

El destino del bus es incierto, lo único claro es  la posibilidad que brinda al pasajero: la de convertirse en un cero absoluto, esto es, la capacidad de comenzar una nueva vida: adoptar nuevas costumbres, formas de hablar, caminar, dormir. Vacaciones permanentes de uno mismo. Porque todo lo que se odia comienza con  la imagen que  devuelve el espejo. Ghost World 


martes, julio 31

Años Luz


Detener por un momento la música, dejar de leer los cómics y los libros, no encender el próximo cigarrillo, dejar de caminar y pensar por un momento ¿A dónde va esto?

Hace algunas semanas atrás se fue alguien muy importante para mí, aún no entiendo las razones y, lo que es peor, me tomará una vida entenderlas. Una vida y más. Muchas veces giramos sobre nuestro círculo de rutina, quejándonos de la monotonía, hasta que de repente el mundo estalla y te conviertes en un punto, ya no puedes trazar ruta alguna. Eres el centro de algo que ya no existe. 

No parece justo simplemente desaparecer ¿a dónde vamos cuando este juego se acaba? Quisiera creer que a algún lugar mejor, pero no creo que exista tal cosa; si no estás rodeado de las personas que quisiste ¿ese lugar podría ser mejor que éste? 

Quizás no  vamos a ningún lugar, simplemente nos detenemos para siempre,  y todo lo que fuimos quedará en el recuerdo de los amigos y familiares, hasta que éstos también nos olviden y nos volvamos cada vez más difusos, como en esas fotografías en la que sólo se pueden distinguir las siluetas.

Donde quiera que estés, ten la seguridad de que todo lo que hiciste valió la pena. Buen viaje, buena vida

Y mientras escribo este post, habrá alguien en un taxi, con la cabeza recostada en el asiento cerrando los ojos mientras escucha el sonido de las ambulancias que quedan atrás. 

lunes, julio 2

Las hazañas del Capitán América

"El Capitán América es una nena con bubys grandes"
C.W.


El Capitán América se levanta temprano los domingos para ir a misa, acompañado de su esposa y sus dos hijos; entona los cánticos con todo fervor y  es uno de los primeros en comulgar. Como es su costumbre, al término de la celebración dominical se quedará conversando algunas palabras con el padre, deslizando algunos pecados banales que pudiera haber cometido a lo largo de la semana. Antes de irse dará la limosna necesaria para dejar todo en paz.


A la hora del almuerzo, él y su familia comerán acompañados por la música en un volumen bajo; algo de conversación casual para hacer una velada entretenida: el hijo comentará sus logros en los deportes y la  hija no dirá nada, salvo agarrar a su muñeca.  Para finalizar, el Capitán América  no se olvidará agradecer  al Tio Sam, a  Obama y a su esposa por tan delicioso almuerzo.


El lunes irá a la oficina  y mientras realiza unas firmas por aquí y por allá, conversará con los muchachos sobre los males que aquejan al mundo y cómo él, con ayuda de su escudo, con estrella en el medio, piensa solucionarlos. Finalizará su discurso prometiendo pagar las cervezas la próxima vez que se reúnan a jugar póquer, se ganará el aplauso y admiración de sus coterráneos por tal detalle. 


Saliendo del trabajo, pasará por la peluquería para dar un retoque a ese peinado estilo "Ben Affleck" que tan bien  viene cultivando por varios años. Antes de ir a casa pasará por la amante de turno, una pequeña distracción carnal que él aceptará con buen agrado en algún motel ubicado estratégicamente lejos de los ojos de la gran ciudad.


Dejará a la amante en el departamento que gentilmente  le alquiló y regresará a su hogar, antes de salir del auto  aspirará una línea de coca, recordará mencionarle este asunto y el de la amante al cura para saber su opinión, seguro sonreirá y le dará unas palmadas; ser un chico travieso no está mal, sobre todo en estas épocas de crísis.


El martes mientas lee algunos mensajes de autoayuda en Power Point, recibirá un mail donde le piden unirse a los Avengers, viejos conocidos estarán allí; pero en lo más profundo de su ser detesta a ese que se hace llamar Hulk, nunca le simpatizó tanta violencia desenfrenada. Tampoco es de su agrado ese que se cree dios, ese barbudo nórdico llamado Thor. Para el Capitán America existe uno solo, ese que habita entre las piernas de su amante y en los billetes de un dólar.


jueves, mayo 3

Los detectives de ciudad gótica



Jim Gordon  es teniente en ciudad gótica , se mudó a esta ciudad hace poco con su esposa que esta próxima a dar luz. Cada noche al llegar del trabajo enciende un cigarro antes de meterse a la cama; hay días en los que se pregunta  en qué  pensaba cuando decidió traer un hijo a este mundo , sobre todo a esta ciudad, a esta miserable ciudad. 

Se levanta temprano en las mañanas y prepara el café mientras lee el periódico; por alguna razón desconocida su reloj se atrasa diariamente, ha intentado de todo para solucionar el problema sin obtener  resultado. Hace algunas semanas ha conocido a alguien en el trabajo; ella le ha sonreido y le ha invitado a tomar un café.

En ciudad gótica llueve todo el tiempo, poco a poco Jim Gordon se ha ido convirtiendo en un paranóico, sabe que gran parte del escuadrón de polícia está corrompido y él se ha convertido en un  estorbo dentro la gran maquinaria. Debe mirar atrás y a los costados, evitar transitar por calles vacías, desconfiar de todas las miradas, encontrar alguna frase sospechosa en las conversaciones habituales y sobre todo verificar -a cada instante- que su arma esté cargada.

Exhala el humo de su cigarrillo, cada vez odia más a esta ciudad, si por él fuera detonaría una bomba para exterminarla por completo. Ayer ha sido ascendido a capitán. La mujer de la que se ha empezado a enamorar  le enciende otro cigarro y lo invita a caminar bajo la lluvia.

Son las 2:30 am, el ahora capitán Jim Gordon está en su casa, mira a su esposa dormir plácidamente mientras él abre una carta donde recibe amenazas de muerte "Sabemos que tu esposa está embarazada" dice una las líneas. Es el sexto sobre en lo que va de la semana.

Intenta dormir un poco y se acuesta en la cama, pero el insomnio es más fuerte, siente la cabeza pesada pero los ojos continuan abiertos de par en par. Coloca el revólver al alcance de su mano y prende la televisión, todos los noticieros están hablando de lo mismo: un demente enmascarado ha instalado su reino de sombras en ciudad gótica.

En un universo paralelo (?), Jim Gordon fue un baterista destacado que tocó junto a George Harrison, John Lennon y los Beach Boys entre otros; es co-autor -junto a Eric Clapton- de Layla, una de las canciones más famosas de todos los tiempos. A principios de los 80's las drogas y el alcohol acentuaron una esquizofrenia no tratada, comenzó a oir voces y tener alucinaciones, producto de ello asesinó a su madre con un martillo. Actualmente se encuentra en el asilo de Arkham.

viernes, marzo 30

Las Pelis

Hace algunos días, una amiga me preguntaba si no recordaba una escena de una película, "es de una de Fellini" decía mientras describía el escenario donde supuestamente se  desenvolvía la protagonista -¿o era el protagonista?. La conversación quedó al olvido como muchas, pero a la hora de dormirme seguí pensando en el Sr. Fellini -de quién no tengo idea de dónde vivió, cómo fue, qué hacía en sus ratos libres y si le gustaba manejar la bicicleta o pasear al perro. Llegué a la conclusión de que no sé un ápice de cine; me he perdido muchas películas, y las que alcancé a ver, no siempre fueron las mejores o me dormí cuando iban a la mitad. Un largo y confortable sueño mientras oía de fondo voces, violines y trompetas armoniosamente conjugados que me daban la posibilidad de olvidarme de todo. Ah ¡si las películas se hicieron para dormir!

Es cierto que alguna vez he quedado enganchado con alguna demasiado buena, incluso puedo verla unas 15 veces y seguir sintiendo la incógnita de lo que vendrá al final; pero esto sucede con muy pocas: Lost in Translation, Casi Famosos, Abre los ojos -o su versión americana Vanilla Sky- y pare de contar.

Hubo una vez en que me preocupé por mi poco conocimiento cinematográfico, fui a la casa de mi primo -que en ese entonces tenía muchas películas consagradas y tenía el sueño de ser director- para pedirle que me prestara algunas, lo suficientemente interesantes como para no dormirme y lo suficientemente "de culto" para ampliar mi bagaje fílmico. Me acuerdo que me prestó No Amaras de Kieslowski,  dijo que era una película ideal para principiantes como yo. 





Llevé a mi casa el Dvd, me acomodé bien en mi cama -con vasito de Coca Cola de por medio- y me dispuse a ver la película, feliz conmigo mismo por esta nueva aventura. La historia se fue desarrollando -es un decir porque parecía que no avanzaba nunca- trataba de un tipo que espiaba a una mujer del edificio del frente; pero los planos generales eran interminables, la película se hacía cada vez más densa, los protagonistas casi no hablaban, y de música ni hablar, todo era silencio y oscuridad. Aguanté estoicamente 45 minutos del film y me dormí, no tan plácidamente como habría querido ya que no había música ni diálogos para acompañarme, pero lo hice. Ese fue el inicio con estrepitoso final de mis incursiones en el cine. Nunca más volví a pedirle prestada alguna película ni tampoco siento afición por comprarlas.

Desde esa ocasión acepto este defecto, como se acepta un lunar o una peca. Tres cruces al cine, prefiero ver Seinfeld o South Park o mejor aún, apagar la tele y encender la radio que de algún modo salvará al mundo, entre ellos a Kieslowski,  Fellini -lo que queda de sus cenizas- y a mí.

miércoles, febrero 22

Revista musical disuelta antes de tener un nombre


Acerca de algunas bandas

-Lo que se vio esta noche  es un show para el olvido, el desmembramiento de una banda que no se soporta a sí misma. Los músicos cortaron sus cables después de terminar la última canción. Paulatinamente el público comenzó a aplaudir, primero los de las graderías, luego la gente que se ubicó en los costados; los de VIP aplaudieron cinco minutos después, debido a que éstos  son de lenta comprensión y tardaron más tiempo del necesario en asimilar la idea.

-Antes de acabar el concierto, el vocalista del grupo se aferró al micrófono, cruzó las piernas y esperó el inicio de las primeras bengalas, los muertos llegaron después.

¿Qué espera de los Cronómetros de Arena?

La crítica especializada quiere meter hasta por las rendijas más pequeñas a las nuevas promesas, arguyendo haber descubierto a los nuevos LCD Soundsystem de la década.
Los Cronómetros de arena debutaron con un álbum que sintetiza el pensar de esta década (léase insignificancias, banalidades) hicieron todos los esfuerzos posibles  para no ser recordados: tocar en el Miss universo, grabar un disco junto a Bono de U2, ser jurados de un reality show que busca talentos. Las entradas para su próxima gira se acabaron en menos de seis minutos.

Los fans

Durante tres horas estuvimos poseídos y desconectados...

Frontman

Su presencia en escena es como ver caer un haz de luz (es decir luminaria del stadium) que lo enciende todo, las nenas no pueden resistirlo, es el retorno a las emociones verdaderas

Personaje del Año

En septiembre del 2010, cuando el precio de los cigarrillos subió y Diego dejó de llamarse Diego para ser conocido como Vicente o Trigenio; el colectivo agresivo-pasivo Adán es un sinónimo respondió repartiendo semillas en las calles y dejando varios cigarrillos en puertas de bancos y restaurantes, logrando que éstos se saturen debido a la masiva concurrencia de gente, a los pocos minutos de haber dado el anuncio mediante las redes sociales.

Esa fue la primera y única intervención de este grupo de activistas, que tras realizar varias amenazas (que partieron desde colocar cigarrillos en la sotana del cardenal hasta cambiar paquetes de sal) se disolvieron arguyendo  que las revoluciones están vendidas al peor postor y que la pasividad de la ciudad no ayuda a sus pretenciones. Su grupo en facebook permanece abierto.  I like