lunes, julio 13

Stephen Malkmus and the Jicks - Real Emotional Trash

Antes que cese la euforia después de las primeras cincuenta oídas es mejor escribir un par de líneas acerca de éste disco, que vio la  luz hace ya un buen par de años —dos mil ocho para ser precisos— y que bien debió servir para que Stephen Malkmus sea portada de la Rollingstone por seis meses seguidos o que por lo menos para que se declare feriado mundial el 13 de enero, fecha de lanzamiento del álbum. Nada de eso sucedió, la realidad siempre es otra; si bien recibió críticas positivas no fue etiquetado de imprescindible, ni tampoco hubieron festejos a nivel mundial. Para contextualizar un poco no estará de más recordar que ese fue el año de Tv On The Radio o Fleet Foxes, por mencionar algunos nombres; es decir chau zapadas, no insista.



Precisamente en ese período electro-indie-folk-alternativo-proto-neo-post hipster es que Malkmus publica este álbum que de entraba mostraba sus intenciones: "Dragonfly Pie" abre con un riff poderoso y extendido que aumenta de voltaje pausadamente, ganando cada vez más furia a medida que transcurre la canción hasta detenerse casi abruptamente mientras un xilófono —o un teclado haciendo las funciones de éste— marcan el alto y acompañan la frase: "Shake me off the knife because I want to go home" para luego volver a la tónica anterior, sólo que mucho más pesada dando  rienda suelta a todos los trucos de guitarrista  que el ex Pavement logra desplegar a cabalidad. 


Párrafo aparte, para la baterista Janet Weiss —miembro de las descomunales Sleater Kinney— que se roba las luces en varias de las canciones siendo "Hopscotch Willie" un buen ejemplo de ello, convirtiéndose  en el soporte ideal para los indefinidos solos de Malkmus. Si el sonido de la guitarra es como un cometa remontando cielos nebulosos, Janet es la niña que maniobra desde la tierra, manejando los hilos, la distancia y la altura; es ella quien corre en medio de la lluvia y rayos que caen cada vez más próximos. 


Con un inicio demoledor hay tiempo para tomarse una pausa con "Cold Son", de melodía más cercana al pop que sirve para recuperar aire, del mismo modo con "Real Emotional Trash", donde Malkmus habla de una fuga por carretera que llega hasta fronteras mexicanas y es en ese momento en que las distorsiones del teclado sirven de preludio para que la banda vuelva a meterse de cabeza en otra vorágine sónica. No hay marcha atrás, sólo se puede pisar el acelerador a fondo hasta perderse en el desierto de Sonora.


Para ir cerrando está "Gardenia" donde otra vez Janet juega papel primordial con el ritmo y haciendo coros en otra melodía pop que ha servido de contraste a la explosiva "Baltimore" dejando ya en claro que esta es la tónica que el disco ha adoptado para sí mismo: melodías dulces para armonizar explosivos pasajes psicodélicos, dando como resultado acaso el mejor disco en la carrera solista de Malkmus quizás superado por Mirror Traffic (2011) álbum donde también contó con la presencia en los parches de la batería de las hoy reagrupadas Sleater Kinney.


Es quizás porque si bien Mirror Traffic presenta un sonido más amable y accesible que los wah wahs difusos presentes en Real Emotional Trash, es este álbum el que lo hará merecedor de ser portada de revistas y de feriados mundiales. Sí, lo hará merecedor de eso y más; pero en un futuro lejano, muy lejano. O quizás no.

  
Pd1.- Encontré este concierto donde casi interpretan todo el álbum, disfruta

Pd2.-Para vos pirata, lo que buscas está aquí o aquí