domingo, septiembre 10

Cementerio Club #6

Veinte mil leguas de viaje submarino y estoy de vuelta frente a mi compu con su cactus en miniatura y sus pequeñas flores de plástico coladas con carpicola. Estas son las canciones que han girado por mis audífonos en este tiempo.

El Trenzado


Tracy Chapman y su álbum debut sonando en una radiocasetera abren la puerta de este cementerio. Descubrí que oír canciones en ese formato tan de los 90's tiene su propio encanto debido al instante de dos segundos que hay entre canción y canción: ese ruido blanco que produce la cinta pasando a través del cabezal. En el caso de Tracy, ese detalle se cuela por todos los temas dándole un aire intimista al disco, como si ella estuviera a dos centímetros tuyos con su guitarra y su respiración. Lamentablemente la versión digital (la que oyes en este instante) suena muy limpia y te das cuenta que Tracy está en otra ciudad y en otro tiempo. Entiendes a martillazos que no eres parte de su instante mágico. 

Entre las ediciones aniversario que sacan las bandas de sus discos emblemáticos, el de Radiohead con Ok computer está a la altura de las expectativas. Nada de tomas alternas ni versiones en vivo, lo que hay aquí son canciones inéditas -conocidas solo por los fans acérrimos- que muestran el otro lado de aquel mítico disco. Un lado que se aleja de esa sensación de aislamiento que encierra Ok computer pero que lleva el signo de la banda bien tatuado en la frente. I promise es la canción ideal para oírla mientras se viaja de noche en el bondi justo cuando éste pasa por medio de un túnel con luces amarillas resplandecientes.

Cuando toda la ciudad está bajo el dominio del invierno polar es posible que mueras de hipotermia tan solo por ir a comprar el pan a la tienda de la esquina. Es aconsejable, en este tipo de situaciones olvidar el desayuno, pasar un poco de hambre y tocar la guitarra para matar el tiempo ¿Cuál es la canción ideal para una situación así? The house of the rising sun misma que todos hemos oído en la versión de los Animals; aunque no les pertenece a éstos -en realidad no le pertenece a nadie- será por eso que uno se siente bien al tocarla en la guitarra. Pareciera que se está tonteando con los acordes hasta que se llega a la parte de que dice "Oh mother, tell your children. Not to do what I have done. Spend your lives in sin and misery...". Y ahí no hay termómetro que valga.

No obstante si llega la noche y aún tus pies no se calientan, tal vez lo mejor sea oír algo menos triste y más tropical. Recordar que uno de los síntomas de la hipotermia es el de sentir calor en los últimos minutos antes de morir, entonces mejor hacerlo mientras se oye a Caetano Veloso tocando un medley de ensueño: primero una canción brasilera tradicional, luego el hit de Michael Jackson y la cereza viene con el coro final "Ah, look at all the lonely people". 

Si el clima invernal amaina puedes salir al parque que está repleto de árboles altos, rectos casi sin hojas puro ramas; posiblemente sean álamos, pinos o eucaliptos. Todos ellos fantasmales. Entonces el sol calienta un poco y oyes a El Kinto, una banda uruguaya que pasó a la historia por varias razones: inventar una palabra y un género, el candombe beat. Candombeat, es decir psicodelia tamizada por el Río de la Plata. También este grupo es recordado por contener en su formación a Rubén Rada y Eduardo Mateo; algo así como los Lennon y McCartney versión yorugua. No puedo decir más salvo recomendar su disco Circa 1968 para comprender de qué va el asunto. 

El día del regreso a casa suenan dos canciones, una de Nina otra de Violeta; la primera un blues para acompañar la imagen de los grandes carteles publicitarios con la foto de Suarez o Godín que ofrecen todo, desde cuentas de ahorro hasta comida para perros y la segunda para comprender que la mediterraneidad está presente sin importar el lugar donde uno vaya, no hay nada como el caos vehicular de las 8am o un buen sillpancho. 


Cabos sueltos

Los cabos sueltos vienen con puro recomendaciones que hizo Spotify acertando en el blanco uno de cada cinco. Empezamos con Carry the zero de Built to spill, una banda indie noventosa que siempre va cambiando de miembros alrededor de su creador y mente siniestra-maestra Doug Martsch cuyo enfoque ha sido ese, el de no quedarse con una formación estable y siempre apuntar al cambio que en muchos casos le ha funcionado a la perfección, como en este álbum, pero de seguro hay pifies para el olvido en contrapartida. Armar una banda no es fácil Doug.

Sun kil moon es el nombre tras el cual se esconde Mark Kozelek con una voz melancólica que a ratos roza algo parecido a un rap en cámara lenta y a ratos a un poema acelerado. Es fácil imaginárselo en su performance acompañado de gesticulaciones con las manos y manteniendo el ritmo de la guitarra con su pie izquierdo. Ben's my friend se encuentra dentro de Benji, uno de los mejores discos en su carrera y del año 2014 según la célebre revista rockdelux.

Esta playlist cortita pero al punto acaba con una onda disco de 3am, ideal para bailar con máscara de hombre lobo cuando ya no queda nadie en la dance floor. La banda sonora para tal fin es Switch de Cass McCombs. Así que baila mientras dura la canción y luego regresa a casa solo y cansado, duérmete en el bus, erra el camino de regreso y despierta en alguna playa del Atlántico, porque así es como debe ser la vida de un turista.

Extraño un Schweppes-Schnapps. 

Aguante Peñarol.


martes, julio 4

Cementerio Club#5



Hacer esta playlist no ha sido tan fácil como las anteriores. Vaya uno a saber el motivo, las canciones no cuajaban del todo y el departamento de redacción estaba atorado escuchando Radiohead a más no poder. Complicada la cosa, pero no imposible. Vamos con todo.


El trenzado


Mucho de la playlist tiene que ver con Paul McCartney, aquél que fue socio de Lennon y que en su carrera solista ya lleva decenas de discos con varios altibajos, por si eso no fuera poco, hay que sumarle otro innumerable número de greatest hits y sobre todo versiones en vivo. ¡Son demasiadas! ¡Deja de facturar tanto Paul!

En esta playlist se decidió obviar todo eso que nos hace odiar a Paul para concentrarnos en lo netamente musical. En ese sentido uno de sus discos más logrados -pero con mala publicidad- fue el que entra en este Cementerio, estamos hablando de Ram

La mala publicidad se la ganó por ser el disco donde el bueno de Paul lanzó sus dardos a Lennon en algunas canciones. No vamos a entrar en la disputa de quién es el mejor, solo decir que John le dedicó How do you sleep y con eso ganó por goleada. El departamento de redacción en su totalidad utiliza gafas redondas. Dato innecesario pero oportuno.

De Ram escogemos Ram on y Long haired lady que si bien tienen el toque azucarado McCartney, lo destacable en la primera es ese ukulele tocado con desgano. Es una delicia. En la segunda, la clave está en los coros que hace Linda -la dama del cabello largo- que mientras los instrumentos van tímidamente en ascenso, ella canta "Ah, love is long, love is long, love is long. Ah, when you're wrong, love is long, love is long". Como un mantra. A Paul se le dan fácil esas frases tipo verdad universal, sino oír The end. De seguro John y George se revuelcan en su tumba, un poco.

Cosa extraña, en Spotify no hay la discografía completa de McCartney, al menos este álbum; sin embargo existe la opción descargar para subsanar estos inconvenientes. Solo hay que activar ese detalle en la parte superior de la playlist.   

El siguiente invitado viene con estos carteles: Es la banda más fantástica y genial que ha podido existir en el movimiento de rock progresivo, no tan comerciales como Pink Floyd, ni tan indescifrables -por no decir aburridos a ratos- como King Crimson y muy pero muy por encima de Jethro Tull. Estamos hablando de Yes, la mezcla perfecta donde se conjugan la voz  de Jon Anderson, la genialidad de Steve Howe en las guitarras, acompañado por el mejor bajo de todos los tiempos Chris "The Fish" Squire. Ahí el triángulo perfecto. Se nos derriten los dedos -cual muñeco de cera- al escribir sobre Yes. Cabe añadir que la banda incluyó en su álbum debut una versión, muy a su manera con más solos de guitarra y batería,  de Every little thing de los Fab Four, ahí la razón de la ligadura entre ambos.

Para muestra un botón, A venture del disco The Yes album. Anderson hace gala de su voz, lo suyo no es gritar solo elevar un tono y ya; el efecto que logra es el de darle cierto aire misterioso a la canción. La banda y su sección instrumental al final es magia pura. El segundo tema elegido, viene del mítico Fragile, piedra fundamental para explicar el rock de inicio de los setentas. La selección viene con Long distance runaround y The fish ya que ambas canciones no pueden ser separadas es necesario que vayan juntas; la primera para volver a deleitarse con la voz de Anderson y la segunda para oír a la banda funcionando a la perfección en su faceta instrumental, Squire y Howe en su momento de esplendor y además que en este disco cuentan con la inclusión de Rick Wakeman en los teclados, el forjador de la catedral de sonido con sus órganos de iglesia adaptados a los nuevos tiempos. En los conciertos se lo puede ver vestido como un vampiro que no ha probado sangre en cientos de años: capa, cabello largo y rubio y una palidez extrema. Más allá de eso Wakeman viene a ser la cereza de la torta conformando la alineación clásica de Yes; todo lo que ocurrió años más tarde debe ser olvidado, sobre todo Owner of a Lonely Heart.

Como cierre, hay que señalar que Yes fue inducido al salón de la fama del rock este año. Un poco tarde pero merecido reconocimiento.

Y ya que estamos en terreno progresivo hablemos de esos que están unos escalones abajo en el olimpo progresivo: Jethro Tull que con sus raíces blues, su sonido a ratos sucio y su puesta en escena vestidos de mendigos o trovadores convertidos en mendigos, nunca han terminado de encajar del todo en el terreno de sus contemporáneos; pese a eso Ian Anderson, el vocalista y cerebro de la banda, ha manifestado en entrevistas que prefería leer un buen libro a irse de juerga con los Led Zeppelin. No sabe de lo que se perdía.

De la banda del flautista extraemos dos cortes: Cross eyed Mary y una toma en vivo nada menos que en el Festival de la Isla de Wight, My sunday feeling. Más allá de la energía de la banda que se desborda por montones, prestar atención al grito de Anderson a manera de respiro antes de que la banda se lance de lleno a culminar la canción: "Scooby doo". Oído fino con la línea de bajo, es de alto vuelo. El video de esta presentación lo puedes ver pinchando aquí.

Tina Turner en concierto cierra el entramado, casi se la puede ver junto a las Ikettes irrumpiendo el escenario con sus sensuales pasos de baile, no ha habido otro derroche de erotismo de esa magnitud en los últimos treinta años ¡Toma eso Beyonce! El tema en cuestión es Come Together (extraído de la versión extendida del álbum en vivo de los Stones) que si bien no es un tema de McCartney es de su compinche así que puntada final para esta parte de la playlist. 

Cabos Sueltos
Para llegar a los cabos sueltos debemos avanzar en el tiempo y revolvernos en el mundo de Yo la tengo y este EP llamado -al igual que la canción- Today is the day. Lo interesante de esta banda era el contraste que se armaba con el sonido electrificado y caótico bajo el signo del noise y  la voz calmada y un tanto adormilada de Georgia Hubley. Gran acierto. Lamentablemente los decibeles de los Yo la tengo han bajado considerablemente, ahora todo se ha uniformado al compás relajado de Georgia. Ahí perdemos todos.

El último cabo suelto necesita ser introducido previa mención a la película Alta Fidelidad. Existe una escena donde el protagonista Rob Gordon, dueño de una tienda de discos, dice "ahora voy a vender un par de discos de Beta Band" y pone el tema que oímos en estos instantes, Dry the rain,  one hit wonder de este grupo que es un diamante oculto. Vale añadir que Rob efectivamente logra vender el disco siendo esa una de mis escenas favoritas, y la otra es cuando Jack Black, su ayudante, se reserva el derecho de admisión de los clientes a la tienda; detalle que he tomado en cuenta como primer mandamiento a la hora de organizar un evento. ¡Gracias Jack!

jueves, junio 8

Cementerio Club #4




Va con días de retraso, pero va.

El trenzado cuasi ochentoso

La playlist de esta semana viene con distorsiones, pedales y electricidad en todas sus notas. Comenzamos con los Meat Puppets y su disco titulado simplemente II publicado allá por 1984. Es en este año, mejor dicho década, donde nos vamos a detener un rato.

Prejuicio inicial: la década de los 80's poco o nada le ha aportado a la música y si queremos ir un poco más lejos, a la cultura. Una década para el olvido donde lo que más se recuerda son el desmedido uso de sintetizadores, la música disco, el hair metal, el heavy metal, el trash metal, Ronald Reagan y esas vinchas que la gente utilizaba para ir al gimnasio (¿alguien recuerda aquél video de Olivia Newton John?¿Physical? pincha aquí). Ah y mucha coca, repito mucha pero mucha coca.

Es en este escenario donde transitaban los Meat Puppets con su guitarra envolvente en Aurora Borealis, tema netamente instrumental que está muy bien logrado. No se extrañan las voces, no hay un segundo de desperdicio; el segundo aporte de esta banda viene con Oh me, canción archiconocida por la versión acústica que hizo Nirvana en el ya mítico Unplugged in New York. En esta versión original podemos apreciar el timbre de Curt Kirkwood, que tiene un cierto parecido a Jeff Buckley. Sumado a ello, van guitarras que rozan la desafinación, como si la banda recién estuviera calentando motores, lo que le da a la canción el tono relajado, pero es la voz de Kirkwood la que dota de chispa a la canción. En mi opinión esta versión es ligeramente superior a la de Cobain y compañía. Nirvana no logra retratar la furia y decepción en "I can't see the end of me, my whole expanse I cannot see".

En esta exploración del submundo de los 80's nos adentramos en el universo de Dinosaur Jr. verdaderos dinosaurios de la música que aún siguen rotando por los escenarios, actualmente con su formación original nuevamente reunida. El disco en cuestión es You're living over me, más distorsión, más gritos; este es el inicio del noise. A diferencia de Sonic Youth (al menos en su primera etapa) Dinosaur Jr sabe colocar perlitas de melodías pegadizas, ganchos con la guitarra que sirven como mano amiga  que te jala al interior del pogo, es decir al ruido y la desincronización de los sentidos. Los temas elegidos de este muy buen segundo disco de la banda son Little fury things y Lose que es puro viaje guitarrero sin concesiones. 

Y ya que estamos con el noise, es imposible mencionarlo sin aludir a otro de sus arquitectos, Sonic Youth. Pues eso, ya los mencionamos, listo.

Nos hubiera encantado poner un par de canciones de la juventud sónica, pero en su lugar decidimos incluir en la lista el nuevo trabajo de uno de sus miembros, Rock N Roll consciousness es el disco, y el  héroe e ídolo eterno: Thurston Moore  que se saca de la manga un trabajo altamente recomendable porque los ocho minutos instrumentales de Exalted, con la que inicia el disco, son de alto vuelo. Thurston sigue sonando a Sonic Youth, creando paisajes sonoros que van cambiando de forma a medida que se avanza; al inicio inofensivos y a ratos repetitivos; pero luego construye la vorágine misma, todo estalla y nadie puede salir. Es en ese momento que Moore cambia de paleta, pinta la oscuridad y los relámpagos  a la vez (no hay otra forma de describirlo). Todas las guitarras del mundo parecen unirse en un solo sonido, destructivo, infernal y cuando todo vuelve a la calma Thurston se acerca al micrófono y dice "She is the future, and the prophetess". De seguro que no está hablando de Kim Gordon.

La mejor canción del año es la que cierra el disco, Aphrodite. No hay ni habrá nada mejor en el 2017 que esta canción ¿la clave de éxito? la línea de bajo que queda sola y al descubierto en mitad de la canción. Casi se puede ver a la banda zapando en el estudio: bajo y batería sincronizados mirándose a los ojos, mientras Thurston está del otro lado, de rodillas jugando con los efectos de su guitarra, inventando nuevas formas de tocar lo inexplicable.

"I was living in a Devil town, didn't know it was a Devil town" canta un Daniel Johnston totalmente abatido por las circunstancias, sin ningún acompañamiento, sólo él. Cuando se habla de Daniel los primeros discos que vienen a cuento son Yip jump music y sobre todo el célebre Hi how are you?. Son  trabajos luminosos, de mucha inocencia y con amplio sentido del humor. El mundo idealizado donde Daniel habla del amistoso fantasma Gasper. Nada de eso ocurre en 1990, un álbum oscuro donde el demonio le respira en la nuca a Daniel: de a poco le está ganando la batalla por su mente y él lo sabe. Este es el inicio del largo calvario que le tocará afrontar en los siguientes años. Don't play cards with Satan es uno de los momentos más dramáticos del disco, registrado en vivo, donde se puede oír la voz temblorosa de Daniel lleno de ira cantando esta especie de blues-mantra-protección contra el demonio. Al final Johnston no puede más, es vencido y solo atina a gritar "Satan Satan" ante un publico estupefacto que aplaude tímidamente. Ah y este disco originalmente estaba planeado editarse y llamarse 1989. Así que seguimos en sintonía ochentosa.


Cabos Sueltos


En esta ocasión los cabos vienen sueltos por una banda que orbitó alrededor del grunge y lo alternativo en los 90's, Hablamos de Pavement con  su desigual y extenso Wowee Zowee. Si bien no hay un norte en el sonido ni en  las ideas, se pueden encontrar a las joyas de la casa en Rattled by the rush y  Grave Architecture, quizás la mejor canción de toda la discografía de la banda con ese inicio tranquilo que paulatinamente se degenera en solos de guitarra y gritos del buen Stephen Malkmus, que dicho sea de paso tiene una respetable carrera solista.

Y en la anterior playlist habíamos hablado de Gilberto Gil haciendo un cover a Blind Faith, pues en éste nos va a servir para cerrar este sector. La fe ciega que  Eric Clapton le tenía al éxito de esta banda  queda por demás justificada con este único álbum y sobre todo con esta canción que definitivamente no suena para nada a Cream pese a que Clapton y Ginger Baker vuelven a encontrarse en este proyecto. Blind Faith es distinto en gran parte al aporte de Steve Winwood que a ratos hace de líder de la banda y aporta un puñado de canciones poderosas eliminando todo rastro del pasado Clapton-Baker; lamentablemente el afán de obtener un mayor protagonismo y el agotador calendario de conciertos, tocando todas las noches casi lo mismo,  afectó a la estabilidad emocional de la banda que terminó por separarse. Eric Clapton ya había comenzado a obsesionarse con Pattie Boyd y con ello el inicio de su etapa oscura, no obstante habría un último rayo de luz: Layla.

lunes, mayo 29

Cementerio Club #3



Se inicia un nuevo ciclo en el blog debido entre muchas razones a la poca paciencia para elaborar reseñas y la capacidad nula para escribir cuentos, mucho menos poemas. Es así que el staff de marketing en una de sus habituales reuniones de viernes que nunca llegaban a nada, tuvo la idea de elaborar un playlist para matar el rato mientras jugaban al pool.   

Cementerio Club tiene este esbozo de plan:
  • Una playlist semanal, que se dividirá en dos partes: trenzado y cabos sueltos. El primero consistirá en artistas unidos por alguna circunstancia o influencia común y el segundo es random puro, un homenaje a la aleatoriedad.
  • La confección de la playlist dependerá de lo que el departamento de redacción vaya oyendo en la semana. Si se le da por obsesionarse con una sola canción en ese lapso de tiempo, sonamos todos. El departamento de redacción es el cáncer de este blog.
  • Se intentará elaborar un post por cada playlist; pero lo más probable eso no ocurra tan seguido.
  • A veces la playlist cambiará de nombre pero la guía es la numeración.
  • Te amo The Strongest.
Invisible Natural - Cementerio Club.

Playlist#3

El Trenzado
El detonador de este número viene dado por una banda ya mítica del rock brasileño, Os Mutantes, que abren la playlist con dos canciones pertenecientes a su segundo álbum llamado simplemente Mutantes. La música de este grupo es psicodelia cáustica, dura y sin concesiones; en este disco se pueden oír arpas, theremin, trompetas, voces pasadas a distinta velocidad entre muchas distorsiones más. Mutantes suena chirriante en su primera oída sin demasiada melodía, como el momento más lisérgico de un viaje donde lo único a lo que te puedes aferrar es a la confusión; sin embargo en todo el mar de ácido empiezan a aparecer perlitas; Fuga Nº11 y Día 36. El primero con un arpegio de guitarra de raíces bossa nova y la voz de Rita Lee dulce y cálida que habla de irse de casa, quizás por eso la inclusión del arpa en medio de la canción a modo She's leaving home de los Beatles. El segundo tema con la voz de Arnaldo distorsionada, logra un efecto de ralentización  que dota de un tono lúgubre a la canción que comienza con un "Olvida y no pienses más" y sirve de invitación a ese mundo que los Mutantes iban creando en base a la experimentación y al dejarse llevar por su instinto psicodélico salvaje.

Hablar de los mutantes, es también hablar de Gilberto Gil y Caetano Veloso ya que fueron compañeros de giras además de pertenecer al movimiento tropicalista, piedra fundamental del rock sudamericano, colaborando todos en Tropicália ou Panis et Circensis. Nota: Hubiera sido una fácil elección para la playlist hablar del mencionado álbum por lo que se decidió optar  Mutantes debido al simple hecho de que es un disco Mutante puro y además que nos gusta hacernos la vida a cuadritos.


En el caso de Gilberto el álbum elegido es Gilberto Gil 1971 compuesto enteramente en Londres dado su exilio, uno muy productivo en términos musicales (solo en ese término) ya que le permitió sacarse de la manga un disco fabuloso, alejado de la psicodelia y del blues rock imperante en inglaterra ya que el álbum tiene un aura intimista; pese a ello las canciones elegidas son Mamma y la otra es un cover a Blind Faith, Can't Find My Way Home entonces ¿Gilberto fue o no influido por su entorno? Sí y no, ya que la versión del brasileño está muy lejana a la electricidad de Clapton-Winwood; es acústica pura. La lejanía del hogar está plenamente expresada. 


Otro que estaba exiliado y quería regresar a casa lo antes posible era Caetano Veloso, pero que en su fructífera estadía en Londres participó en el festival de la isla de Wight 1970 con el cabello ensortijado y acompañado por un grupo de hippies que se retorcían, mientras el bahiano se colgaba la de palo y rasgaba los acordes de Shoot me dead ¿quién le hace las palmas y le acomoda el micrófono? No es otro que Gilberto Gil, compañeros de armas sí los hay.

El álbum que entra en esta playlist es Tranza, que debe y tiene que ser considerado como el mejor disco de la década de los 70's un escalón por encima de catedrales como  Dark side of the moon de los floyd o  Berlín de Lou Reed. Es que Tranza es único: es el exilio, el tropicalismo ya lejano, Londres y el reggae. Este es el disco donde todo lo que hace Caetano se convierte en oro. Algún día haré un reseña en exclusiva sobre este disco. Las canciones elegidas son You don't know me -especial la atención a la batería, errática y en ascenso- y Nine out of ten donde el reggae es por primera vez mencionada en una canción y rasgueada en el inicio, aquí especial atención a la guitarra eléctrica que va dibujando un punteo que acompaña y envuelve cálidamente a la voz de Veloso. 

Con semejantes predecesores, el sucesor tenía que estar a la altura de las circunstancias y es nada menos que Beck, fan confeso de los Mutantes y del tropicalismo en sí, que a manera de guiño y amor incondicional publica Mutations, un disco considerado ecléctico por la crítica. Habría que preguntarse cuándo Beck ha trazado una sola ruta en su dirección musical. Nunca. Lo suyo ha sido elaborar sus propias reglas y debido a ello cada disco guarda mucha distancia con su antecesor. La canción elegida para esta ocasión es Nobody's fault by my own, lo que vendría a ser una propuesta mucho más armónica y triste en relación a los brasileños. Como si a los Mutantes se les hubiera acabado el LSD y solo les quedara café destilado, una guitarra, un sitar y un chelo. Ah otro fan de los mutantes era Kurt Cobain. No viene al caso pero se lo anota igual.

Cabos Sueltos   

Los cabos sueltos tienen mucho que ver con lo que era la idea original de la playlist, que apuntaba al rock argentino. Igual este concepto podría hilarse en la concepción de rock sudamericano con la trilogía brasilera expuesta líneas arriba, pero hubiera sido un tiro fácil. Preferimos no hacerlo, solo recordaremos que Maradona es más grande que Pelé.

En 1970 Almendra tenía planeado publicar una ópera rock de la cual sólo quedaron retazos que vendrían a conformar el segundo disco que se llamó escuetamente Almendra II. Se nota que la inspiración no estaba en su mejor momento al interior de la banda. Pese a ello, pese que a Spinetta se le soltó el fusible y andaba errático e inexplicable; pese al desgano que sentían los demás por no poder ir en la dirección que Luis planteaba (que no era ninguna); pese a la fama, el estrellato y a la muchacha ojos de papel; la banda aún tenía cartas bajo la manga. Si bien el segundo disco es muy disperso a ratos (la composición está repartida entre Edelmiro y Luis) la banda tiene momentos de esplendor absoluto, uno de ellos es Para ir, último tema de la primera parte. En esta canción Spinetta hace gala de su poesía con mínimo acompañamiento de la banda, como si ésta estuviera afinando sus guitarras mientras Luis canta "Siéntate a ver el día". Cabe añadir que está canción está dedicada a Cristina Bustamante, la original muchacha ojos de papel. Años después Spinetta también le dedicaría otra, Blues de Cris, que es la antítesis de la original y sirve como un buen contraste para enseñar que sí se deben escribir canciones para alguien, siempre y cuando se anote sobre el inicio y el final de la relación; sobre todo si el final es un blues eléctrico cargado de un riff poderoso y pesado; pero esa es otra historia. Ahora nos quedamos con Para ir.

El último cable suelto tiene que ver con la playlist #2 que estaba dedicada casi en su totalidad a Chris Cornell. En esta semana mucho se se ha hablado del mutismo de Eddie Vedder al respecto. Cero tweets, cero I like, ningún compartir. Es mucha indiferencia para estos tiempos de redes sociales, sumado al hecho de su inasistencia al velorio, mucha gente se cuestionaba la actitud del líder de Pearl Jam, es por eso que los ojos y oídos estuvieron pendientes de la primera parada de su gira solista en Amsterdam. Allí Vedder tampoco mencionó a su otrora compañero, pero la lista de canciones interpretadas es el mensaje que queda, todas hablando sobre la pérdida y el dolor. No hace falta decir más salvo que una de las canciones interpretadas fue Without you con la que cerramos el playlist. Te queremos Chris. 

Las anteriores playlists las encuentras aquí:


Cementerio Club #1

Year of the Horse #2


jueves, mayo 18

(+)



Una vez cantaste que nada podía matarte por mucho que lo intentaras. Hoy esas palabras adquieren un tono demencial, fatídico. Nadie lo supo ver. Aún no salgo del asombro y tristeza porque cada vez son menos los amigos que quedan en la ruta. Adiós Chris, tu voz resuena en mi cabeza entre todo este ruido: "Follow me into the desert..."