martes, julio 31

Años Luz


Detener por un momento la música, dejar de leer los cómics y los libros, no encender el próximo cigarrillo, dejar de caminar y pensar por un momento ¿A dónde va esto?

Hace algunas semanas atrás se fue alguien muy importante para mí, aún no entiendo las razones y, lo que es peor, me tomará una vida entenderlas. Una vida y más. Muchas veces giramos sobre nuestro círculo de rutina, quejándonos de la monotonía, hasta que de repente el mundo estalla y te conviertes en un punto, ya no puedes trazar ruta alguna. Eres el centro de algo que ya no existe. 

No parece justo simplemente desaparecer ¿a dónde vamos cuando este juego se acaba? Quisiera creer que a algún lugar mejor, pero no creo que exista tal cosa; si no estás rodeado de las personas que quisiste ¿ese lugar podría ser mejor que éste? 

Quizás no  vamos a ningún lugar, simplemente nos detenemos para siempre,  y todo lo que fuimos quedará en el recuerdo de los amigos y familiares, hasta que éstos también nos olviden y nos volvamos cada vez más difusos, como en esas fotografías en la que sólo se pueden distinguir las siluetas.

Donde quiera que estés, ten la seguridad de que todo lo que hiciste valió la pena. Buen viaje, buena vida

Y mientras escribo este post, habrá alguien en un taxi, con la cabeza recostada en el asiento cerrando los ojos mientras escucha el sonido de las ambulancias que quedan atrás. 

lunes, julio 2

Las hazañas del Capitán América

"El Capitán América es una nena con bubys grandes"
C.W.


El Capitán América se levanta temprano los domingos para ir a misa, acompañado de su esposa y sus dos hijos; entona los cánticos con todo fervor y  es uno de los primeros en comulgar. Como es su costumbre, al término de la celebración dominical se quedará conversando algunas palabras con el padre, deslizando algunos pecados banales que pudiera haber cometido a lo largo de la semana. Antes de irse dará la limosna necesaria para dejar todo en paz.


A la hora del almuerzo, él y su familia comerán acompañados por la música en un volumen bajo; algo de conversación casual para hacer una velada entretenida: el hijo comentará sus logros en los deportes y la  hija no dirá nada, salvo agarrar a su muñeca.  Para finalizar, el Capitán América  no se olvidará agradecer  al Tio Sam, a  Obama y a su esposa por tan delicioso almuerzo.


El lunes irá a la oficina  y mientras realiza unas firmas por aquí y por allá, conversará con los muchachos sobre los males que aquejan al mundo y cómo él, con ayuda de su escudo, con estrella en el medio, piensa solucionarlos. Finalizará su discurso prometiendo pagar las cervezas la próxima vez que se reúnan a jugar póquer, se ganará el aplauso y admiración de sus coterráneos por tal detalle. 


Saliendo del trabajo, pasará por la peluquería para dar un retoque a ese peinado estilo "Ben Affleck" que tan bien  viene cultivando por varios años. Antes de ir a casa pasará por la amante de turno, una pequeña distracción carnal que él aceptará con buen agrado en algún motel ubicado estratégicamente lejos de los ojos de la gran ciudad.


Dejará a la amante en el departamento que gentilmente  le alquiló y regresará a su hogar, antes de salir del auto  aspirará una línea de coca, recordará mencionarle este asunto y el de la amante al cura para saber su opinión, seguro sonreirá y le dará unas palmadas; ser un chico travieso no está mal, sobre todo en estas épocas de crísis.


El martes mientas lee algunos mensajes de autoayuda en Power Point, recibirá un mail donde le piden unirse a los Avengers, viejos conocidos estarán allí; pero en lo más profundo de su ser detesta a ese que se hace llamar Hulk, nunca le simpatizó tanta violencia desenfrenada. Tampoco es de su agrado ese que se cree dios, ese barbudo nórdico llamado Thor. Para el Capitán America existe uno solo, ese que habita entre las piernas de su amante y en los billetes de un dólar.