domingo, septiembre 2

Bus



Existe un bus que no tiene paradas  ni rutas pre-establecidas; generalmente hace su recorrido en las noches, aunque esto no es una regla como tal, sino que radica en ese afán de dar mayor dramatismo a los pasajeros que esperan ansiosamente por él.
Para abordarlo se debe cumplir con los siguientes requisitos:

-Ser joven o por lo menos haber esquivado con algo de suerte: trabajos de oficina, reuniones sociales, matrimonio e hijos. 
-Haberse entregado en reiteradas ocasiones  al más descarado ocio: dejar que la vida resbale por las horas, minuto a minuto sin tener la voluntad  de hacer algo
-Tener  ex amigos del colegio o de la facultad que actualmente tengan vidas prósperas
-Haber formado parte de un triángulo amoroso no correspondido
-Volverse paranoico con la idea de estar siendo observado o perseguido por alguien
-Haber mandado a la mierda a todos
-Haber sido mandado a la mierda por todos
-Tener una canción para cada estado de ánimo
-Proferir insultos cada 5 minutos con lo primero que encuentre a la vista
-No tener la capacidad de hacer planes futuros

El destino del bus es incierto, lo único claro es  la posibilidad que brinda al pasajero: la de convertirse en un cero absoluto, esto es, la capacidad de comenzar una nueva vida: adoptar nuevas costumbres, formas de hablar, caminar, dormir. Vacaciones permanentes de uno mismo. Porque todo lo que se odia comienza con  la imagen que  devuelve el espejo. Ghost World 


1 comentario:

lou dijo...

Quien no haya cumplido esos requisitos, tal vez ni espera el bus, porque tiene miedo a elegir o peor a mirarse al espejo. Buen post! Celebro cualquier idea que tenga que ver con Ghost World.

La chica del bosque