lunes, febrero 18

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Antes de acostumbrarnos a explicar más fracasos
nos enceraremos en el cuarto
miraremos la tele hasta que nos corten la luz
nos pondremos esa falda que tanto nos gusta
y cuando el espacio esté saturado de todas nuestras palabras
habremos sido invitados a conversar.

No tiene importancia si el asesino le pierde el rastro a la futura víctima
y las faldas respirarán aliviadas;
pronunciaremos su nombre y no aparecerá
patearemos  su puerta y romperemos sus vidrios pero nadie abrirá.
Sólo la vecina, que nos entregará un papelito doblado:
“ella se va en el tren de las diez”


3 comentarios:

lou dijo...

Ne gusta! Esa idea de la estación del tren anda rondando mi cabeza, sentí algo de claustrofobia al leerte. Me parece que podrias escribir una segunda parte...

Lou

Daniela Lu Gonzales dijo...

siempre me encuentro como en las primeras tres lineas...nunca uno termina de acostumbrarse al fracaso...
me encanto n.n saludos amigo invisible

Roberto Ö. dijo...

Lou, es parte de un texto que una vez escribí para la wallunka, no creo que haya segunda parte, pero quien sabe.

Daniela, nacemos con el fracaso pero siempre aspiramos a más, naturaleza humana supongo no?